La influenza, también conocida como gripe, es una infección viral que ataca las vías respiratorias superiores e inferiores. La gripe es causada por el Virus de la Influenza (Virus de la Influenza tipo A, B y C), es extremadamente contagiosa y se manifiesta repentinamente. Algunos de los síntomas son fiebre, tos, escalofríos, dolor de garganta, dolor corporal y una sensación extrema de fatiga.
La mayoría de las personas que contraen la influenza se recuperarán en un periodo que va desde unos pocos días hasta menos de dos semanas, pero algunas personas desarrollan complicaciones (como la neumonía) como consecuencia de la influenza, algunas de las cuales pueden poner en riesgo la vida.
Pero no todo es gris, la vacuna ante esta es completamente efectiva ante los efectos de la misma, no obstante, puede tardar hasta dos semanas en proveer la protección que se necesita contra la influenza. Por consiguiente, vacunarse contra la influenza es una de las mejores medidas de protección contra esta enfermedad. Para obtener la máxima defensa, es importante que la vacuna se coloque antes de que comience la temporada de influenza.
Pero, ¿por qué la vacuna contra la influenza es efectiva?
La vacuna funciona porque ayuda a nuestro cuerpo a desarrollar anticuerpos especiales que combaten el virus de la influenza. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la vacuna no actúa de manera inmediata, y que en ocasiones puede tardar hasta dos semanas en ser efectiva. Además, evitar la exposición y contacto con una persona infectada con el virus dentro de las dos semanas previas a la vacunación, ya que en este tiempo el cuerpo es aún más propenso a adquirir el virus.
