Cuando estamos resfriados, los glóbulos blancos que combaten la infección producen sustancias que inflaman la mucosa nasal y dilatan los vasos sanguíneos de la zona, lo que da lugar a congestión nasal y rinorrea (goteo nasal).
Este mismo proceso va a tener lugar en el conducto lagrimal, que lleva las lágrimas del ojo a la nariz, provocando que el conducto se tape y las lágrimas se acumulen en el ojo. Es por ello que, durante el resfriado, los ojos están llorosos y presentan lagrimeo, secreciones y sensación de malestar.
En algunos casos, el mismo virus responsable del resfriado puede dar lugar a la aparición de una de las afecciones de la vista más comunes asociada a los resfriados y la gripe es conjuntivitis, también conocida como ojo rosado. Esta molesta afección puede aparecer en cualquier momento y sin advertencia. Una serie de cosas pueden causar enrojecimiento en los ojos: la exposición al humo o a productos químicos, bacterias en los ojos o una infección viral. Cuando tiene un resfriado, lo más probable es que su conjuntivitis sea consecuencia de una cepa viral.
La conjuntivitis no es lo único que puede causar picazón y ardor en los ojos. Cuando tiene un resfriado, todo su cuerpo es vulnerable. A veces, este ardor y esta picazón pueden deberse a ojos secos. Recuerde que los resfríos afectan su cuerpo en todo sentido. Mucha gente produce demasiado moco, lo que provoca secreción, y otros no producen lo suficiente.
La tentación de frotar los ojos secos será fuerte, frotarse los ojos solo empeorará la picazón y podría generar una infección. Además, si uno de los ojos ya está infectado, puede transmitir la infección al otro ojo. Con ello la premisa es clara: tener más cuidado a la hora de cuidar nuestros ojos y descansar más para el cuidado de nuestra vista.