¿Cebolla para el dolor de garganta?

Estamos en plena época de gripe y resfriados, por eso, los remedios caseros, con mayor o menor acierto, siguen siendo una referencia.

La cebolla no pasa desapercibida en estos casos ya que es conocida por sus propiedades antibióticas, si su olor no te molesta entonces puedes picar media cebolla o una entera. Si no es muy grande, y dejarla en algún lugar cercano a tu cama durante la noche, lo creas o no respirar el olor que la cebolla emana te ayudará a aliviar el dolor de garganta.

La cebolla es mucho más activa cruda que cocinada, pues contiene una variedad de compuestos organosulfurados que se destruyen parcialmente con el calor.

Así que, al comerla cruda, ingerimos azufre, un elemento esencial para la vida. Sin embargo, hay gente a la que le queda difícil digerir o sencillamente no le atrae el sabor.

Una alternativa es hornearlas enteras, con todo y su cáscara, como se hace con las papas. Ese método mantiene todo lo bueno adentro y el resultado es más suave y aromático que la cebolla cruda.

Las propiedades naturales de la cebolla para mejorar la salud son muy abundantes. Además de actuar como un conservante natural para nuestro organismo y mejorar nuestro sistema diurético, es muy conocida la capacidad expectorante de las cebollas para las personas. El consumo normal de cebolla, mejor aún si es cruda, ayuda a nuestro sistema respiratorio y en la limpieza de nuestros pulmones. Uno de los remedios más antiguos para combatir la tos y el dolor de garganta es precisamente ese, tan sencillo como comerse una cebolla.