En la mayoría de casos, la tos seca nocturna tiene como causas que:
Al dormir nos tumbamos en posición horizontal, favoreciendo que la mucosidad se acumule en las vías respiratorias superiores. Cuando esto sucede, tendemos a respirar por la boca, haciendo que nuestra garganta se seque y se irrite, desencadenando en un ataque de tos que, de no pararse a tiempo, será el primero de muchos.
Algunas medidas que podemos tomar para minimizar las molestias de los ataques de tos y paliar las consecuencias de la tos nocturna son:
- Dormir recostado en vez de tumbado para facilitar la respiración nasal. Como hemos comentado en el punto anterior, estar tumbado hace que la respiración por la nariz sea más dificultosa, lo que lleva a respirar por la boca y a que se irrite o reseque la garganta.
- Asegurarse de que la habitación está a una temperatura y nivel de humedad adecuada y evitar ambientes muy fríos o secos. Utilizar un humidificador si es necesario.
- Hidratar la garganta bebiendo muchos líquidos que ayuden a evitar la irritación y a humedecer las membranas de las mucosas, como por ejemplo, alguna infusión.
- Mantener limpia la habitación, las almohadas y la ropa de cama puede ser beneficioso en caso de que la tos seca tenga relación con algún tipo de alergia respiratoria.
- También pueden ayudar algunos remedios naturales como los caramelos, inhalar aceites esenciales o hacer ejercicios de respiración.
Tomando estas medidas en cuenta podrás disfrutar de un buen descanso, sin un ataque de tos.