Debemos recordar que la tos es una aliada para protegernos, es un mecanismo de defensa del cuerpo donde elimina secreciones respiratorias que se producen en un resfriado (más conocido como mucosidad), por la misma razón debemos tener en cuenta la importancia de diferenciar los tipos de tos que tenemos.
Tos aguda: En este tipo de tos se observan infecciones del tracto respiratorio superior y bronquitis aguda. Las causas también incluyen la exacerbación del asma bronquial, la neumonía, la exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el goteo posnasal.
Tos seca: Es una tos fatigante y suele agravar la irritación, por lo mismo, se suele recomendar eliminarlo con medicamentos o antihistamínicos, según sea su causa.
Tos húmeda: Este tipo de tos si genera expectoración. Esta expectoración es originada de las vías respiratorias y es de las más útiles, ya que evita la acumulación de las secreciones en las vías.
Tos crónica: Este tipo requiere estudios médicos (asma, psicógena, etc.). Puesto que llega a durar más de 8 semanas, la duración larga de este tipo es un factor a preocupar porque aparte de generar una irritación en las vías, puede ser una señal de alguna patología.
Otras causas para la tos pueden ser: faringitis, bronquitis, neumonía, psicógena/tic nervioso, tabaquismo, aire acondicionado, aspiración de cuerpo extraño, etc.
Recuerda que debes priorizar la salud consultando a tu médico de confianza para obtener una respuesta más precisa en base a los síntomas.
¡Porque con salud y bienestar nos sentimos mejor!
