En una primera fase analizaremos si la tos es productiva o improductiva, en el primer caso, la tos del paciente contiene algún tipo de mucosidad como pueden ser las flemas, cuyo color también da relevante información médica, puede aparecer incluso sangre.
Mientras que en la improductiva no se producen esta mucosidad y así surge la tos seca que conlleva irritación, picores e incluso dolor de garganta.
La tos aguda suele ser uno de los síntomas durante un resfriado o proceso gripal aunque también puede producirse por alergias, neumonía o bronquitis. Por lo general, desaparece después de tres semanas. Es importante diferenciar entre un ataque de tos a la que es persistente cuya duración será de semanas.
Si la tos supera las 3 ó 4 semanas podría tratarse de tos crónica que aparece por el consumo de tabaco, goteos retronasales como la rinitis o sinusitis crónica y por reflujos gastroesofágicos entre otros.
Especial atención merece la llamada tos ferina, que se caracteriza por ataques de tos violentos. Se trata de una tos muy contagiosa y especialmente peligrosa en bebés menores de 6 meses.
Consulta a tu médico de confianza si presentas dudas.