Recibir una vacuna contra la influenza, por lo general, te protegerá de contraerla. Además, aunque la vacuna contra la gripe no siempre proporciona una protección total, es conveniente recibirla.
La influenza, o gripe, es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza que infectan la nariz, la garganta y a veces, los pulmones. Puede causar una enfermedad de leve a grave y, a veces, complicarse en medida.
Las personas de todas las edades pueden contraer la influenza y los riesgos para la salud pueden ser graves. Algunas personas son más susceptibles a las infecciones, en particular las personas mayores de 65 años y aquellas con ciertas afecciones crónicas de salud (diabetes, enfermedades cardíacas), mujeres embarazadas y niños menores de 5 años.
Es importante hacer mención que la vacuna activa su sistema inmunológico para producir anticuerpos que pueden protegerlo contra la enfermedad de la influenza; pero no hará que sea invulnerable a la enfermedad. Los anticuerpos pueden tardar unas dos semanas después de la vacunación en desarrollarse en el cuerpo, lo cual es una razón importante para vacunarse temprano contra la gripe, antes de que comience la actividad de la misma.
Por eso es importante vacunarse antes de bajar las defensas en los centros de salud donde estén disponibles, previniendo que esta protección proporcionada por la vacuna contra la influenza que una persona recibió el año anterior está disminuyendo y puede ser demasiado baja para prevenir la enfermedad de la influenza al siguiente año. Así que no baje la guardia y organice un día para reforzar mejor el organismo y vacunarse para reforzar mejor el año.