La rinitis alérgica, también conocida como “fiebre del heno”

La primavera tradicionalmente marca la llegada de los días soleados, cielos azules, hierba verde y el follaje de color brillantes. «Fiebre de primavera» es un ritual anual que muchos celebran disfrutando al aire libre.

Sin embargo, si usted sufre de alergias estacionales, el concepto de «fiebre de primavera» o fiebre del heno que simplemente muchos lo confundimos como una fiebre común que pasará conforme los días avancen, por ello es importante saber si a lo que realmente nos estamos exponiendo. Empezando por los inicios de la fiebre del heno son causados por la exposición a alergenos, las más comunes son el polen, ácaros del polvo, caspa de las mascotas, y las esporas de moho, siendo el polen por mucho una de las causas principales de fiebre del heno y por las cuales son de simple confusión si es una alergia estacional o no.

Para la mayoría de las personas estas son sustancias inocuas pero si te da fiebre al simple contacto, eres hipersensible a ellas. Al ingresar en el organismo, el sistema inmunológico las identifica como sustancias peligrosas que deben ser contenidas por el cuerpo, ya que de inmediato estas producen productos químicos como las histaminas y leucotrienos, los cuales se liberan en el torrente sanguíneo. 

Estas causales derivan en una cascada de eventos, lo que resulta en el estornudo, nariz que moquea, picor en los ojos, y otros síntomas se conocen colectivamente como fiebre del heno.

Si usted tiende a resfriarse por la época primaveral, es por el hecho de tener alergias. Los síntomas de la fiebre del heno se asemejan a los de un resfriado común, pero en realidad son enfermedades muy diferentes con distintas causas y tratamientos, por lo que usar la mascarilla y estar menos tiempo expuesto al sol será una ventaja ante tales condiciones, sin olvidar consultar a nuestro médico de confianza para estar seguros de que lo que estamos pasando es una realmente alergia estacional.