¿A qué se debe que las personas con una actividad física muy intensa sean más susceptibles a contraer enfermedades infecciosas de tipo respiratorio?
Es más sencillo analizar este asunto analizando la probabilidad que tiene de sufrir una persona de una infección de las vías respiratorias que realiza actividad física de intensidad alta, porque es menos probable cuando se trata de actividad física moderada y no actividad física intensa. Por tanto, es necesario examinar lo que ocurre tanto en las mucosas, como en el volumen de aire que entra y sale de nuestros pulmones.
Las mucosas que rodean las vías respiratorias son una protección excelente contra virus y bacterias. La clave de que dichas mucosas actúen como protección reside en los anticuerpos presentes en las mismas. Los anticuerpos más conocidos son la inmunoglobulina A (IgA), estos anticuerpos secretados en las mucosas, que a su vez recubren las vías respiratorias hacen de ellos unos guerreros extraordinarios. Durante la realización de ejercicio físico, la cantidad de estos anticuerpos presentes en la saliva y mucosas parece aumentar, siendo elevada incluso durante varios días después de cesar la actividad.
Por otro lado, durante la realización de ejercicio físico, el volumen de oxígeno demandado por el organismo para dar respuesta a la tarea, aumenta en función de la intensidad de la ejecución. Para que este aumento del volumen de oxígeno sea posible es necesario que el flujo de aire que recorre las vías respiratorias al respirar también lo haga. Si comparamos el aumento del flujo de aire de una persona en reposo, con el flujo de aire durante el ejercicio físico, durante el ejercicio puede llegar a ser 10 veces superior que durante el reposo. Y, por lo tanto, aumenta la exposición a gérmenes. Recordar, que la mayoría de los gérmenes se encuentran en el aire, si respiramos más cantidad de aire, aumentamos la probabilidad de que en una de esas bocanadas gérmenes y bacterias entren a través de nuestras vías respiratorias.
Ambos factores son clave en la resequedad de la garganta, por lo cual es prioritario medir el tiempo de ejercicio que hagamos y en la forma más intensa que hagamos hacer un plan más equilibrado para no sufrir constantes dolores de garganta asociados a estas cuestiones en particular.