Unos buenos paños calientes pueden mejorar la circulación en la garganta y la inflamación.
Es fácil y sencillo: basta con humedecer un trapo con agua caliente, escurrirlo y colocarlo sobre nuestra garganta para que empiece a funcionar.
El calor ensancha los vasos sanguíneos y ayuda a la relajación de los músculos.