La humedad y la tos
Uno de los elementos que más influyen en el desarrollo de la tos seca es, sin duda, la humedad que hay en el ambiente. Tanto un índice muy alto, como un índice muy bajo pueden provocar verdaderos problemas en nuestras vías respiratorias.
El exceso de humedad, por ejemplo, puede llegar a provocar tos crónica y, la falta de humedad, tos seca. Para evitar que estos tipos de tos se alojen en nuestro organismo, lo mejor es mantener, al menos dentro de casa, una humedad relativa de aproximadamente el 40 por ciento. Esto lo podemos conseguir de manera muy sencilla mediante el uso de un humidificador o, en su defecto, de un deshumidificador.