Es inevitable que en esta época de frío nos encontremos con varias personas con síntomas de resfrío o gripe común, incluso nosotros mismos puede ser que ya tengamos algunos malestares que van empeorando poco a poco como: los dolores en el cuerpo, tos, dolor de cabeza e incluso fiebre.
En el caso de la fiebre sigue este sencillo consejo: es imprescindible conservar la calma y estar preparados para evitar que la fiebre suba de forma exagerada. Es por eso que las compresas frías son vitales para mantener un estado de relajación por causa de las calenturas repentinas que refleja la fiebre. Las compresas frías también disminuyen la tensión sanguínea, brindando un efecto relajante momentáneo en la zona afectada y puedes usarlas en la cabeza, muñecas, debajo de las axilas y la nuca, a medida que se vayan calentando estas compresas hay que cambiarlas y volver a empaparlas con agua fría, colocarlas de nuevo en la zona afectada y repetir este proceso hasta que poco a poco vaya bajando la fiebre.
Al tener en cuenta esta forma de rebajar el calor excesivo en nuestro cuerpo no solo nos ayuda a hacerle frente a una fiebre alta, sino que nos servirá como control para saber si los síntomas siguen creciendo y empeorando y si así fuera lo mejor es buscar la ayuda de tu médico de confianza.
Recuerda la fiebre es una reacción positiva de tu cuerpo para combatir una posible enfermedad como el resfrío o la gripe común, pero la fiebre debe ser controlada y este tip que te damos te ayudará mucho con este objetivo.
